... mordió la manzana pero no murió. En su lugar cayó en el torbellino de un profundo sueño; repetitivo y angustioso. Como aquellos en los que, deseando despertar, sueñas que despiertas para después descubrir que sigues soñando.
No sé si recordareis a Marina: hace ya algún tiempo que la dibujé en blanco y negro.
Bien, pues aquí esta la versión en color en la que además le he cambiado el peinado.
La hice antes de que el verano se me echara encima, y bueno hay cositas para mejorar... pero lo importante es que me doy cuenta de ello y pienso seguir en el camino.